La resiliencia social, ambiental y económica definen las líneas de actuación en las que centrar nuestra actuación, siendo el agua un elemento estratégico y prioritario para el presente y futuro de nuestra sociedad y el planeta.

Se destaca la importancia del ciclo del agua, las empresas que operan en el sector, los profesionales que las integran y su contribución al desarrollo social, territorial, ambiental, empresarial, científico, tecnológico, académico, económico y, en definitiva, integral de la sociedad.

Modelos y estrategias basadas en la tecnología, la transformación digital, la circularidad de los recursos, y una cultura del agua que fomente su buen uso y reutilización, son los ejes que permiten garantizar la sostenibilidad de este derecho universal en condiciones de disponibilidad, accesibilidad, calidad y seguridad.

Todo ello de forma alineada a los criterios europeos en materia de recursos hídricos para cumplir del mejor modo posible los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados por Naciones Unidas como parte de la Agenda 2030.